¿Sabéis que ocurre si ponemos una bolsa de papel boca abajo sobre un fuego?

Así es como en el siglo XVIII los hermanos Montgolfier, descubrieron casualmente que estas bolsas subían por si solas hasta el techo, de esta forma dedujeron que el aire caliente pesaba menos que el frio así que dejaron de calentarse las manos en la lumbre para ponerse manos a la obra e inventar un globo de aire caliente.

Por supuesto las bolsas eran mucho más grandes y los materiales muy ligeros, como la seda o el lino.

La primera prueba de su globo de aire caliente tuvo lugar el 4 de Junio de 1783 en la Plaza de Annonay, el globo de lino y tafetán, estaba abierto por debajo, como en el globo del Mago de OZ, se calentaba mediante una especie de hornillo en el que se quemaba lana y paja, llegó a ascender 1000m de altura y permaneció en el aire 10 minutos.

En una segunda prueba se experimentó con animales, los viajeros serían, una oveja, un gallo y un pato. El globo se mantuvo en el aire 8 minutos y aterrizó con los animales a salvo aunque eso sí, un poco mareados. El primer ser humano en subirse a un globo fue J.F.Pilatre Rozier, su primer vuelo libre fue con un globo barnizado construido por los hermanos Mongolfier sobrevolando París a unos 1000m de altura durante 25 minutos.

Casi al mismo tiempo, el catedrático de física, J.A. César Charles inició experimentó inflando los globos con hidrógeno en lugar de aire caliente, logrando su primer vuelo el 1 de Diciembre de 1783.

El globo del Mago de Oz, funciona porque según el Principio de Arquímedes, el aire caliente de nuestro globo al ser menos denso pesará menos que el aire exterior y por tanto recibirá una fuerza de empuje hacia arriba que hará que ascienda el globo.

Cuando el globo del Mago desciende hacia la ciudad de Oz la densidad del aire del globo será mayor que la del aire exterior.

Este manejo de densidades es tarea del piloto del globo.